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viernes, 26 de abril de 2013

Disciplina escolar



Piense por un momento lo que viene a su mente cuando escucha la palabra "disciplina". Tal vez pensó en una de nuestras clases en la que los alumnos están callados, atentos y participando en esta. Sin embargo, va mucho más allá que sólo un conjunto de actos. La disciplina escolar es la obligación que tienen, no sólo los alumnos, sino también los maestros, de seguir un código de conducta conocido por lo general como reglamento escolar. Este reglamento, por ejemplo, define exactamente lo que se espera que sea el modelo de comportamiento, el uniforme, el cumplimiento de un horario, las normas éticas y las maneras en las que se definen las relaciones al interior del centro de estudios. Dicho reglamento contempla además una normatividad respecto al tipo de sanción que se debe seguir en el caso en que el estudiante incurra en la violación de la norma.

En dicho caso, es posible que algunos centros pongan más énfasis en la sanción que en la norma misma. La pérdida del respeto por la norma al interior del aula de clase es conocida como "indisciplina". La disciplina depende en gran medida del nivel de relaciones que se establece dentro del aula de clase, del interés que con el que motivemos al educando y del nivel de comunicación que se establezca.

Los maestros somos claves en la disciplina. Debemos dominar el difícil equilibrio entre la firmeza y flexibilidad. Para ello tenemos que tener ciertas atribuciones de gestión de la clase en las que se incluyen la toma de decisiones que consideremos oportunas. Además no debemos olvidar virtudes morales y laborales: puntualidad, preparación de las clases y exámenes, conversación con nuestros alumnos, paciencia, contención, amor e interés por los estudiantes.
 
Siendo profesores eficaces lograremos una atmósfera ordenada y tranquila en la clase; control de los deberes y tareas en la enseñanza indirecta; fomentar altas expectativas; efectuar una evaluación diversificada. Entonces, ¿cómo hacer para que la conducta de nuestros alumnos sea pertinente a la clase sin pasar por las sanciones o expulsiones, más aún, cuando la clase es el momento más oportuno para promover valores humanos, y no exclusivamente contenidos curriculares? Nuestro rol es fundamental en la articulación y promoción de una buena conducta de los escolares. 
 
 
La disciplina e indisciplina son propiedades exclusivas de los educandos, que se supone "favorece" al educador. "La libertad de uno acaba cuando comienza la del otro" y es por eso que tanto el educador y el educando nos merecemos respeto. A veces hay indisciplina porque sofocamos la libertad del educando o hay casos en que él abusa de su libertad ocasionando una violación a la libertad del educador. En conclusión para que haya disciplina en nuestras clases tanto el profesor como el alumno debemos respetar la libertad del otro y por lo tanto entre los dos debe haber un mutuo respeto.
 
Aquí les dejo un video que puede ayudarnos a lograr, o mantener, la disciplina en el aula:
 
 
Bibliografía